miércoles, 19 de diciembre de 2012
Queridos reyes magos:
Puede que mucha gente por navidad pida, juguetes, dinero felicidad... yo me complico un poco más que eso... quiero otro abril. Sí, es raro y extraño. Quiero otro estúpido abril, para que los errores que cometí en este abril no se cometan nunca más. Para que todo lo que hice mal, ahora sea perfecto. Quiero volver a saber que cuando llego a casa tengo un sms y miles de privados tuyos en los cuales discutimos a ver cual de los dos nos quiere más. Aún sabiendo que siempre te ganaré. Que siempre gano. Aunque a pesar de que no salieran las cosas bien, no cambiaría ni un momento a su lado... Como suelen decir, dime de quien es tu sonrisa y te diré de quien son tus lagrimas, cierto, me saca más sonrisas que nadie pero siempre ha caído alguna lágrima por él y no pocas para que engañarnos, que me he caído cien mil veces por estar detrás suyo, pero luego llega, me dice una simple y jodida palabra y me deja con la sonrisa para todo el día. Lo mejor de este año? Aquél abril en el que empezó todo, cuando empezó a picarme y como no, no ha dejado de hacerlo en este tiempo. No sabré que siente realmente pero siempre seguiré queriéndole igual o más, que la palabra siempre suena grande y todo lo que queráis, pero yo lo di y no me arrepiento de ello, ni lo haré nunca. Es solo él, él y él y aunque sé que no está bien, es lo único que me importa. Lo único que me queda es acabar este año con una pequeña sonrisa por todo lo vivido y empezar el siguiente con una sonrisa enorme, y con unas fuerza que la sacaré de donde no las haya dispuesta a seguir adelante con una sonrisa, vamos con él como dueño de mi sonrisa. Y estoy dispuesta a pasar el año pisando fuerte y sin miedo, porque el miedo solo es una barrera. Y por mi ovarios, que no es ni será problema para seguir adelante, solo quedas tú.
Lo que no nos mata, nos hace más fuertes.
En el fondo, a todos nos gusta pensar que somos fuertes. Que vamos a poder con todo lo que venga, que pudimos con lo de ayer y también podremos con lo que venga mañana. Pero en el fondo, aunque nos duela reconocerlo, sabemos que eso no es verdad. Porque ser fuerte no consiste en ponerse una armadura de hierro o en esconderse detrás de un disfraz; ser fuerte consiste en asimilarlo. En asimilar el dolor y digerirlo, y eso no se consigue de un día para otro, se consigue con tiempo. Pero por naturaleza somos impacientes y no nos gusta esperar, escogemos el camino corto. Escogemos el camino de disfrazarnos de lo que no somos y disimular, disimular todas esas lágrimas que nos desgarran por dentro. Sí, a todos nos gusta disimular los golpes, sonreír delante del espejo y salir a la calle pisando fuerte, para que nadie note la realidad, lo que nos pasa de verdad, es que estamos rotos por dentro. Tan rotos que ocupamos nuestro tiempo con cualquier estupidez con tal de no pensar en ello, porque el simple hecho de pensarlo hace que duela.
Pero a veces, tienes que darte un respiro a ti mismo para no ser tan fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Esta bien bajar la guardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone tener un día triste, uno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, recordar y Echar de menos, muchas veces, echar de menos cosas que nunca has tenido. Echar de menos a los que no están y a los que sí están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos en los que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Poner tu lista de reproducción favorita, tumbarte en la cama, y si hace falta llorar, llorar todo lo que haga falta.
Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos
Pero a veces, tienes que darte un respiro a ti mismo para no ser tan fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Esta bien bajar la guardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone tener un día triste, uno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, recordar y Echar de menos, muchas veces, echar de menos cosas que nunca has tenido. Echar de menos a los que no están y a los que sí están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos en los que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Poner tu lista de reproducción favorita, tumbarte en la cama, y si hace falta llorar, llorar todo lo que haga falta.
Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Eh tú, me haces feliz.
¿cuántas veces nos
hemos sentido culpables por no dar ese paso? Por no ser capaces de decir: mira
que te quiero, que me gustas, y que sin ti no quiero seguir. ¿cuántas? En mi
caso, miles de millones de veces, y aquí estoy, a solo un paso de decir lo que
siento arriesgando once años de amistad y una vida entera de felicidad. No sería
fácil describir nuestra historia, es muy larga y compleja. Te conocí hace once
años, un verano, y desde entonces, no paso un jodido verano sin volver a ver
esa preciosa sonrisa. Siempre hemos sido inseparables y sinceramente muchas
veces he confundido esa amistad hasta el punto de que ya no sé donde se
quedaron los límites de la amistad. No te voy a engañar, se me ilumina la cara
cada vez que miro el móvil y el primer Whats app que veo es el tuyo, me encanta
que nuestras conversaciones nunca tengan un adiós, porque así no me tengo que
preocupar porque quién dice un hola. Eres todo lo que quiero desde que era
niña, eres todo lo que quiero de hoy en adelante.
Sueña.
Cerramos los ojos para soñar, y también para
besar porque así podemos ver nuestros sentimientos con claridad así podemos
estar seguro de que hay un mundo perfecto aunque sea dentro de nuestra mente
solo con sus labios.
lunes, 19 de noviembre de 2012
Eres dueño de tu destino.
domingo, 18 de noviembre de 2012
El poder de la música.
Es increíble
como la mente humana puede unir conceptos hasta el punto de asombrarnos de
nuestro poder. Somos capaces de coger una canción, cualquier canción y hacerla
nuestra, con solo oírla una vez, tararearla tres y recordar a esa persona
infinitas veces. Por eso la música nos hace emocionarnos, por recuerdos, y
quién mejor para hablar de recuerdos que yo, de nuestros recuerdos. Es una extraña sensación, siempre que escucho
una melodía, esa melodía automáticamente, tú, apareces en mi cabeza. Me sacas
la misma sonrisa que me sacaste ese día pero la multiplicas por cinco, y me
haces darme cuenta que todo mereció la pena, porque si tenemos una canción, es
que tenemos una historia.
Me llaman Pou.
Soy simple y sencilla, no me gusta que me agobien ni que me manipulen, con mis dieciséis años de vida, me he dado muchas ostias por el amor, pero nunca pierdo la esperanza por encontrarlo. Soy soñadora, lo hago dormida y despierta y no espero que nadie me de nada a cambio, todo lo que hago lo hago por lo que quiero. Me enamora saber que alguien sonríe, y que la causa soy yo. Odio que me digan que he hecho algo mal, que me lleven la contraria. Mi pelo es sagrado. Me encanta superarme, ser mejor que ayer y peor que mañana. No quiero ver llorar a nadie porque para llorar ya estoy yo. No soy perfecta, y no quiero serlo, tengo mis defecto y mis virtudes, pero tampoco pido que me entiendas, solo que me respetes porque si no te gusto, no hace falta que me critiques.
sábado, 17 de noviembre de 2012
Es lo que tú me das; es lo que yo te he dado.
Aun necesito encontrar un prefiero cambiar esperando lo inesperado, un equilibrio especial que me lleve a mas porque ando necesitado. Y en un momento eras tu la sencilla virtud que faltaba justo a mi lado, es lo que tu me das, es lo que yo te he dado. Y aunque lo puedo esconder necesito hacerlo, si quieres vuelvo cuando tengas un minuto para mi. Como si fuera verdad que te puedo olvidar en momentos determinados. Intento ser esa luz que se queda en ti, auque tu no me hallas llamado, para instalarme después donde quiera que estés, sin siquiera haberme alejado. Por lo que tu me das, por lo que yo te he dado.
Por hacerme daño; por hacerme fuerte.
Estoy
buscando una excusa, sólo una para poder recordarte sin que duela, sin
rencores. Recordarte olvidando lo malo, y dejando únicamente eso que me hizo
sonreír en su día, pero que ha día de hoy me da miedo recordar. Quiero recordar
todos y cada uno de esos buenos momentos que pasamos, juntos, y todos aquellos
que hicieron que ahora sea así, que luche por mis sueños, que no le tenga miedo
a nada. Gracias por hacerme daño, gracias por hacerme fuerte.
Te propongo el comienzo, pero dudo proponerte el final.
Te propongo un viaje, un largo viaje que podamos hacer
juntos sin preguntarnos, por una vez, el por qué. Te propongo volar cada
instante en cuanto me mires a los ojos. Te propongo formar un nuevo mundo. Te
propongo provocar una catástrofe gracias a nuestras locuras. Te propongo
infinitos momentos sentados el uno junto al otro. Te propongo dar un vuelco a
tu vida en tan solo un segundo. Te propongo cometer errores para después
descubrir soluciones. Te propongo revivir ese día. Te propongo todo lo que
quieras pero sólo si lo hacemos juntos. Te propongo una salida a cada agobio.
Te propongo segundos, minutos, horas… tiempo a mi lado. Te propongo largas
llamadas, eternos mensajes. Te propongo más que un tú y yo, te propongo un
nosotros. Te propongo lo imposible.
viernes, 16 de noviembre de 2012
LOS RECUERDOS NO SE OLVIDAN, SE REEMPLAZAN
Y te acuestas en tu habitación, boca
arriba, viendo cómo pasa el tiempo por ahí fuera, y te paras por un momento a
pensar en todos esos recuerdos, esos que tanto te duelen, que tanto te animan a
seguir, que tanto te hicieron sufrir, pero te paras a pensar en lo que viene
por delante, un futuro en al que puede pasar de todo, en la que no sabes si te
puede pasar algo bueno, o malo, pero miras el lado positivo y sonríes. La vida
es una sorpresa por venir, nunca sabrás lo que va a venir, es como un regalo
que no sabes lo que hay dentro, no sabes si te va a gustar o no, pero te lo vas
a quedar igual, y que le vas a sacar el gusto como sea. Pero nunca miramos
hacia delante, porque no sabemos lo que va a venir, se piensa en los recuerdos,
algo difícil de sacar de tu cabeza, pero solo recuerdas los más importantes
para ti, los detalles tan insignificantes para otras personas pero para ti son
como un regalo muy grande, te comes la cabeza en como las personas que están en
esos recuerdos se podrán olvidar tan pronto de ellos, no sabes si los
recuerdan, pero por la impresión que dan tu crees que ya se han olvidado, que
nunca volverá a pasarle por la cabeza ese recuerdo. Pero hay una cosa que nadie
ni nada podrá cambiar, por más que uno quiera,
Te echo de menos, aunque no lo creas. Mi mejor amigo.
Nadie consigue aprovechar
las oportunidades al máximo, la vida nos pone metas que jamás llegamos a
superar del todo, y ahí entras tú. Tú eras mi regalo, mi mejor amigo, la
persona a la que llamaba cuando peor estaba y la que me apoyaba en mis grandes
logros. Llevo cuatro meses buscando escusas para hablarte o simplemente
recordarte una vez más pero eres tan escurridizo que no sé, dónde, cómo ni
cuándo pillarte con la guardia baja para poder dedicarte una de esas sonrisas
como las que me provocabas tú no hace mucho tiempo. Me da lástima haberte
perdido por una simple gilipollez como la que fue, pero ya sabes lo que dicen, “las
cosas pasan por algo”. Y si ahora no me paso las horas esperando a que te
conectes para aburrirte o simplemente me cuentes que tal tu día es por el
miedo. Porque no quiero volver a leer todas esas mierdas que me dijiste en su
día, aunque sólo espero que me eches de menos tanto como te echo yo a ti o por
lo menos, te acuerdes de algún bonito momento que pasaste con esta gilipollas
cuando todavía yo era parte de tu vida. Duele perder un amor, pero duele más
perder un amigo, a mi mejor amigo.
jueves, 15 de noviembre de 2012
Una vez más, sólo una más.
Hola pequeño. ¿sabes qué? Volvemos a estar en
el mismo punto de partida que hace mucho tiempo atrás. Volvemos a tener la
oportunidad de enfrentarnos al miedo de que salga mal por arriesgar un todo a
que salga bien. Volvemos a tener dudas, a ser incapaces de decir una palabra
porque seamos realistas, tú y yo nos entendemos solo con una mirada, un gesto,
una forma u otra de llamar la atención. Volvemos a decir “eres imbécil” cuando
es un “me encantas” o cuando me dices “eh, gracias por saludar” cuando en verdad
querías decirme “estaba muerto de ganas por ir a abrazarte pero el miedo de que
hubiera tanta gente a tú alrededor me freno y esperé a que vinieras tú”.
Podemos negar que nos miramos, que no hablarnos, que ni siquiera somos amigos,
pero hasta que no veo que me buscas con la mirada no me voy tranquila a casa,
porque nada me hace más feliz que ver cómo me miras con esos ojicos, y sonríes.
Y entonces por mi mente pasan miles de cosas, recuerdos, risas, lloros, locuras
y me viene a la cabeza tu forma de ser. Que te conozco como no te ha conocido
nadie, y no sonríes sin tener un motivo, eso me hace seguir adelante. Es
irónico que todo esto haya estallado una vez más solo porque me vino tu olor.
Tan perfecto como siempre, la misma colonia con ese toque especial a ti. Es más
irónico que sigamos mirándonos como el primer día, como si fuéramos unos
novatos en todo esto, que no supiéramos como actuar, aunque sabemos de sobra
que reacción tendrá el contrarío con nuestros actos, y como podemos arreglar
nuestros errores. Muchas veces te he dicho que tú y yo nos diferenciamos en
algo muy básico “la confianza”. Parece una puta tontería pero no lo es. No
tenemos miedo a decir nada porque sabemos cómo, cuándo y dónde decirlo. Sabemos
que si hemos superado todo esto ha sido porque sólo podía pasarnos esto juntos,
no hay otra persona que me haga sentir como tú, ni la mitad. No hay nadie que
me saque una sonrisa después de una lágrima tan rápido como tú. No hay nadie en
mi vida como tú. Que aunque pase el tiempo, cometamos errores, fallos,
confusiones, tienes que tener claro que nunca te cambiaré, siempre seguirás
aquí, como el primero. El único. Te quiero, aunque eso ya lo sabes.
Hermana; eternamente.
Nadie, nadie
tiene ni puta idea de lo que es la distancia. De lo que es levantarte cada día
y ver que la persona que más quieres que esté a tu lado no está, que te separan
487 kilómetros de tu mitad. Que sólo esperas tener un rato para poder enviarle
un Whats app o tan solo un tweet y decirle “te echo de menos princesa”, o
decirle que no estás bien que necesitas su ayuda. O por el contrario que estás
rebosante de alegría y quieres que ella lo comparta contigo. Al igual que nadie
sabe que en dos semanas tu vida, puede cambiar radicalmente. Que en tres
segundos una persona que te enseña el funcionamiento del baño puede convertirse
en tu hermana, que una canción que llevas
escuchando toda la vida ahora cada vez que la escuches te dé una sensación
agridulce... por qué, te hace sonreír pero no puedes dejar de pensar que esa
canción la bailabas con ella encima de una mesa demostrando que el leopardo
conjuntaba perfectamente con el rosa. Hay cosas que no es que se recuerden, es
que no se olvidan, y ella puede ser muchas cosas pero a día de hoy, es uno de
mis grandes pilares y sé que si ella, sin esas llamadas, esos mensajes y esas
confidencias, yo ahora mismo no podría seguir adelante. Por eso y por mucho más
gracias Beína, gracias por ser tan jodidamente increíble.
Te quiero,
muchísimo más de lo que imaginas.
Una mala racha la tiene cualquiera.
Hoy es uno de esos
días en los que te encuentras sola, que aunque tengas a alguien ahí siempre
para apoyarte, ayudarte y sacarte una sonrisa, te sientes sola. No sabes por
qué te sientes así por mucho que lo pienses, ¿es por tus amigos?, ¿es por ese chico?…
Quién sabe. La verdad es que a mí ahora mismo me gustaría poder sacar de nuevo
esa sonrisa que yo tenía siempre en la cara, me gustaría hacer reír a mis
amigos como siempre hacía, y poder reírnos recordando los mejores momentos del
verano, pero a mí ya no me sale tan fácilmente esa sonrisa… No se me ocurren
cosas para hacer reír a la gente… Y no tengo ganas de recordar los buenos
momentos porque siempre se me vienen a la cabeza los malos… Aquellos días y
aquellas en las que lo he pasado tan mal pensando en esa persona, en la persona
que más he querido en la vida. Cada lágrima que cae de mis ojos es una pequeña
parte de mi tristeza y de lo que de verdad siento por dentro. He intentado que
no se me note, pero he llegado a un punto en el que es imposible ocultar lo que
siento… A veces, si no llega a ser por ellos, no sería capaz de reírme, de
divertirme, de hacer lo que mejor se nos da… Pero ahora mismo ni ÉL podría
hacerme feliz. Hay días en los que no sé si es mejor contárselo todo a mis
amigos o simplemente esperar a que el tiempo ponga las cosas en su sitio… A lo
mejor estoy así por mi inseguridad, o por las dudas que tengo de vez en cuando
en la cabeza. Pero ¿por qué siempre me pasa eso? No sé, pero siempre es la
misma historia, cuando llego al punto de querer tanto a esa persona, siempre
llegan las dudas… Son dudas pasajeras, que igual que vienen, se van. Pero así
día tras día hasta que no puedes más y se lo cuentas a tus personas de
confianza esperando una respuesta que te ayude. Esas personas te ayudan o te
intentan ayudar y casi siempre lo consiguen, pero esta vez no es así. Porque
cada cosa que veo, que escucho, que siento… me recuerda esos malos momentos que
pasé. Ahora que por fin creí que era feliz me equivoqué. Espero que esto sea
una mala racha, sin más. Puede que haya gente que piense que no tengo por qué
estar así, porque tengo a alguien que me quiere, a alguien que me ayuda, a
alguien que me hace feliz… Pero es un sentimiento que no se puede evitar, que
cuando llega a lo más profundo de tu corazón permanece ahí toda la vida aunque
a veces se esconda entre sentimientos felices, pero siempre, SIEMPRE acaba
apareciendo de nuevo. Puede que esté madurando, si es así quiero seguir siendo
siempre una niña, la niña que he sido siempre, la niña que se reía sin parar,
la niña que siempre estaba feliz y nunca lloraba por esa persona. Porque tirar
todos estos años de felicidad para mí es una tontería.
Tú eres el culpable de mis miradas perdidas.
Sonrisa extrema de
gilipollas es tal y como definiría la mía al oír tu voz. Y el doble de eso
cuando me picas, que sí que poca gente entiende por qué aguanto todo lo que me
dices o haces pero que con que lo entienda yo me vale. No es que yo lo entienda
o lo deje de entender es que simplemente te quiero y más que a nadie además.
Eso sí, lo entiendo cuando todo va bien porque el 70% de las veces es como si
no existiese para ti. Pero que no sea porque no lo intente porque he intentado
todo, absolutamente todo pero parece que aun no quieres arriesgarte a quererme.
Lo que no sabes es que aunque me digan que te olvide, o me decepciones en
varias ocasiones, seguiré intentando día y noche que algún día te arrepientas de
todo el tiempo que has perdido ignorándome en vez de poder sentir el roce de
mis labios.
Sonríe, eres preciosa.
Así es la vida; algo quieres, algo cuesta. Sino, ¿qué sentido tendría? Nunca te des por vencido, no importa que las cosas no vayan como esperabas. Levanta la cabeza, sonríe y ponte andar. Sé fuerte. Este puede ser el comienzo de tu nueva vida.
Con un único objetivo, hacerte feliz.
Pensando en lo que realmente quiero apareces
tú, todo lo demás no importa, por un momento pienso en todos los momentos que
he pasado contigo, e inmediatamente una lágrima me resbala por la mejilla, no
hay segundo en el día que no desee que cada uno de ellos se vuelva a repetir.
Quizás poca gente entienda la manera en la que te quiero porque a simple vista
parecemos desconocidos o incluso enemigos pero lo que muy muy poca gente sabe
es realmente como eres, yo logré entenderte y conocerte e incluso he llegado
hasta el punto de quererte. Difícil, esa es justo la palabra que te describe
pero y que? Si tu eres difícil digamos que estoy dispuesta a hacer todo lo que
este en mi mano para que te conviertas únicamente fácil para mi, y no me
arrepentiré de absolutamente nada si en algún momento todo lo que hago
funciona, porque puede que la gente me llame loca, pero para mi eres perfecto
tal y como eres, pero sabes que es lo más importante? Que ha llegado el punto
en el que me da igual lo que piense cada persona de mi, mientras tenga esa
ilusión de tenerte, que piensen lo que les de la gana, te quiero y punto.
Que se pare el tiempo, estoy feliz a tu lado.
Cojes mi mano y
comenzamos a andar. Me besas en mitad de la calle…Te beso, sonries y mis labios
rozan tus dientes. Hablamos largo tiempo y no estamos de acuerdo en algo. Me
mandas a la ******. Me enfado solo para que me beses una y otra vez
preguntandome si lo sigo estando. Te extreso con mis paranoias. Luego me
aburres. Te da vergüenza. No aguantas. Me abrazas. Lo haces por detras…Llegamos
a tu casa, subimos, nos besamos, sonreimos, me acaricias, me susurras cosas al
oido que no entiendo, me rio, te ries, me tumbas en tu cama…y todo es tan
perfecto que esperamos que nunca acabe ese momento.
Eres la única promesa que quiero cumplir.
Quiero empezar a recordarte, no como un error, ni como algo
malo ya que me has hecho daño. Quiero recordarte como lo que eres. Por ahora lo
mejor que me ha pasado en la vida, puede que muchas me llamen idiota por seguir
queriéndote, o ingenua por pensar que eso que se rompió hace poco, se volverá
unir como una cuerda cuando le haces un nudo: se vuelve más fuerte, más
resistente. Quiero saber que todo esto que nos ha pasado, nos ha pasado juntos
que no vivirás con nadie nada parecido, será mejor o peor, pero nunca igual.
Quiero saber que fui la primera, la primera en hacer que descubrieras que no
solo con un beso se demuestra un te quiero, que hay hechos, hay millones de
maneras de decirlo sin palabras. Y espero haber utilizado contigo todas esas
maneras. Me arruinaría la vida saber que en algún momento te hice daño, porque
aunque no lo creas, sí, sigues siendo lo más importante, lo único por lo que
merece la pena levantarse cada día mirarse al espejo y decir “ voy a ser todo
lo que él quiere, todo lo que él se merece. Voy a ser solo para él”. Eres la
única razón por la cual me gusta estar conectada al tuenti las 24 horas del día
solo para pillarte un rato y hablar, de cualquier tema chorra, pero que esos
temas aunque no lo sepas me sacan esa sonrisa que muchas veces te he dicho, son
“sonrisas extremas de una gilipollas enamorada”. Que sí joder, que me daba
miedo decirlo pero sí, me he enamorado de cada uno de tus defectos, de tus
virtudes, de cada una de esas sonrisas que me dedicas o esas miradas que solo
tú y yo conocemos, de esas mañanas salvajes... de cada susurro al oído con la
mítica idiotez, de “venga devuélvemelo ya” que solo lo hago para oler tu
perfume y saber que sí, es el tuyo que podrá oler igual en el bote pero tú le
das ese toque tan especial. Por último decirte que no quiero que me
recuerdes... quiero que no me olvides, sé que es mucho pedir ahora mismo, pero
has sido de esas cosas que nunca cambiaría que podría volver a nacer y volvería
a cometer el error de enamorarme de ti... Gracias por todas estas cosas, por
enseñarme que hay mucho más detrás de un físico, mucho más de esa coraza tan
fuerte que parece que tienes de chico duro, sé que hay mucho más. Gracias por
abrirte a mí, por contarme tus miedos, tus emociones, tus secretos
inconfesables. Gracias por compartir conmigo todo este tiempo, porque no muchos
aguantan, y las más sorprendida soy yo. Nunca pensé que tú serías él... él, esa
persona por la cual te dan ganas de gritarle al mundo que todo es perfecto...y
la verdad tengo el miedo de que no lo seas él... pero las cosas son así ¿no?
Todo tiene un motivo. Aunque no entiendo muy bien el motivo de cómo hemos
acabado en este punto, todo parecía tan perfecto, que no quería dormirme, la
realidad era mejor que el mejor de mis sueños. Pero así es todo, hoy algo
empieza y mañana acaba. Decirte que te quiero, te amo, te adoro, y que quiero que sepas que si esto se queda así que
si no volvemos a estar juntos, que cuando alguien me pregunte quien fue mi
primer amor, será tu nombre el que salga por mi boca.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)