Tú relájate y déjate llevar,

Porque eres tú.

Sí, eres tú. Que porque contesto tan rápido porque cada vez que veo una película en la que lo esencial es el amor, imagino cómo sería esa escena contigo. Porque cada vez que leo una historia y la chica le dice te quiero al oído a su novio me imagino tu oreja susurrándote esas dos palabras por las que daría todo. Porque cada vez que llueve y veo a una pareja corriendo bajo la lluvia de la mano, sonrío al llegar a sentir tu mano en la mía en ese mismo instante. Y que porque te quiero? Fácil, demasiado además, porque eres tú. Una respuesta absurda y corta pero ¿y qué? A mí me vale, ahora lo único que falta es que te valga a ti.

Es inevitable.

Es inevitable que, cuando uno quiere algo con fuerza y lo esta sintiendo en lo mas profundo de su corazón, vaya a buscarlo y su deseo sea conseguirlo. Es por eso que mi consejo siempre sera que no se rindan y le brinden a su voluntad la fuerza de cumplir sus metas.

Y que sea así, por mucho tiempo.

Cuando te diga que estoy enfadada, sígueme hasta hacerme reír. Cuando empiece a decir gilipolleces, bésame y dime que me quieres. Cuando me veas caminando, ven por la espalda y tápame los ojos y pregúntame como si fuésemos dos niños: ¿Quién soy? Cuando tenga miedo, protégeme. Cuando me apoye en tu hombro, acaríciame la cara. Cuando te diga un secreto, guárdalo como si fuese un tesoro. Cuando te mire fijamente a los ojos, aguanta mi mirada y luego ríete mientras me abrazas.